Misión Popular Libre Krefeld As. Reg.
Interdenominacional - Independiente - Proclamación del evangelio completo - Utilidad pública - Reconocida ofícialmente

Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos! (Heb. 13:8)

Creencia


La santa escritura es la única fuente, fundamento perfecto y guía válida de fe, de enseñanza y de vida. Dios habló todo a traves de sus profetas en el viejo, y de sus apóstoles en el nuevo testamento. La biblia es el testimonio completo de Dios, a la cuál como a un testamento, no se le puede añadir nada. La Misión Popular Libre Krefeld se diferencia de todos los pasados movimientos de avivamientos, los cuáles han sido regalados a la iglesia de Cristo desde el tiempo de la reformación. Ellos todos fundaron una propia iglesia y se organizaron en una denominación. Nosotros llevamos por la proclamación de la palabra revelada, todo el completo consejo de Dios, el cuál es necesario para alcanzar la perfección. En este sentido, se debe de servir a toda iglesia, a todo el pueblo de Dios, sin importar la procedencia o confesión a la cuál se pertenezca. De esta proclamación no deben salir iglesias las cuáles se encuentren bajo la orden de la obra misionera en Krefeld, sino que el resultado debe de ser y será la preparada iglesia de Jesucristo, la cuál Él mismo llama de todos lados.

De ningún modo indicamos tener el único derecho de salvación, sino que como parte de la iglesia, »Ecclesia«, con todos los »Llamados« por la palabra de Dios, y »Elegidos«, se forma la iglesia viva del Dios vivo. No se menciona alguna persona como el fundador, sino que es una continuación de los últimos avivamientos hechos por el espíritu de Dios con el objetivo, de que el Señor mismo edifique y culmine su iglesia.

El anuncio de la palabra de Dios en relación al evangelio eterno de Jesucristo obra siempre según la santa escritura con doble efecto: Primero, a la persona le es mostrada el Juicio, o sea, la justa condenación por toda transgresión de la ley, las cuáles cometemos como hombres perdidos. Segundo es la fe, la cual viene por la predicación, el poder de Dios que causa la salvación del alma y la completa justificación ante Dios. Justificación del pecador no significa la justificación del pecado. Sólo aquél que tome personalmente la oferta de gracia de Dios, experimenta su salvación, y puede fijar su llamamiento y elección. El que lo eche, éste será echado; el que no lo tome, tampoco será tomado.

La Santa Escritura es totalmente clara en todo lo que afirma. Solamente lo que se dice de ella tiene varios sentidos, dando margen a interpretaciones. Por esto rechasamos categóricamente toda interpretación por el amor a la verdad revelada de la palabra. Solamente lo que los apóstoles en el nuevo testamento dejaron escrito, es realmente »enseñanza apostólica«. Sólo lo que es realmente afirmado en la biblia, es »Bíblico«. Sólo lo que ha venido de Cristo mismo, es »Cristiano«. A las decisiones de concilios religiosos tomadas durante el transcurso de la historia de la iglesia, las rechazamos como añadidura y falsificación de la Palabra Original.

La fe en el único y verdadero Dios, a parte del cuál no hay otro, y que se revela en su diversidad como Creador, Sustentador, Salvador, Rey, Juez etc., es para nosotros el único fundamento de nuestra fe.

Rechazamos como completamente no bíblico al credo de Nicéa-Calcedonia. Ahí se puede leer entre otros: “... hijo único de Dios, quién nació de Dios antes de todo el mundo, Dios de Dios, luz de luz, verdadero Dios de Dios verdadero, nacido, nó creado, un ser como el Padre...” No hay niguna escritura en la biblia que hable de un nacimiento de un hijo en el cielo, al cuál el Padre haya dado a luz. El único y verdadero credo apostólico está sólamente en la Biblia. En una historia de dogmas sólo se encuentran credos y doctrinas de iglesias.

Dios es uno. No que tres son omnipresente, omnisciente y eternos. No que tres se reparten el poder, ni que tres se ponen de acuerdo, sino que el Único, Todopoderoso y Eterno Dios, quién se ha revelado en su diversidad en diferentes maneras desde el principio, se reveló en el nuevo pacto por nuestra salvación como Padre en los cielos, en el Hijo como Emanuel = »Dios con nosotros« sobre la tierra, y a través del Espíritu Santo.

El »Hijo«, que fue anunciado en todo el viejo testamento, Él es el que fue enjendrado por el Espíritu, nacido de Maria, el Redentor aparecido en Carne, el »Primogénito« entre muchos hermanos. Por su sufrimiento y muerte en nuestro lugar, fueron reconciliados todos los hijos e hijas de Dios con su Padre celestial. Por la predicación del evangelio de Jesucristo, queremos hacer que la gente conozca la salvación de Dios, así de que puedan vivir su propia experiencia de salvación. Así experimenta el ser humano su conversión – un cambio interior, por el cuál, él deja el camino espacioso, completamente renovado interiormente, y por la Palabra y el Espíritu es renacido para una esperanza viva.

Dios creó al hombre según su imagen para que tenga comunión con Él. Por la caída en el pecado, La relación entre el creador y el ser humano creado por Él se rompió.

La caída al pecado resultó de la seducción, de la cuál salió una simiente. Por esto el Señor justo después de la caída puso enemistad entre las dos simientes y condenó a Eva además, a tener sus hijos con dolor.

En el mismo contexto fue dada también la promesa en relación a la venida del Mesías, el cuál vendría a traves de la mujer como la “divina Simiente” y que heriría a la serpiente en la cabeza.

Al principio de la creación natural Satanás llevó a la humanidad a la caída en el pecado a traves de la seducción a Eva y la transgresión de Adán, y de esa manera obtuvo influencia y poder sobre la completa creación, la cuál ahora estaba separada de Dios y condenada a muerte por desobediencia y transgresión.

Al principio de la creación sobrenatural, Dios a traves del segundo Adán, le arrebató a Satanás la humanidad caída, visitando a Maria, y así por enjendro espiritual el Hijo de Dios nació en este mundo, para reparar el daño a traves de redención y reconciliación, y de esta manera restablecer la comunión con Dios.

El secreto de la redención de la humanidad perdida está, en que el redentor mismo como la Palabra que era al principio, se hizo carne, o sea, completamente humano, para morir en su cuerpo carnal y vencer a la muerte y al infierno. Como la caída al pecado sucedió en carne y sangre, tuvo entonces que suceder la salvación de la humanidad perdida por el Redentor en su cuerpo carnal, quién derramó Su sangre divina en la cual estaba la vida, en la cruz en el calvario.

Loading…
Loading the web debug toolbar…
Attempt #