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Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos! (Heb. 13:8)

Bautismo


Conforme al ejemplo apostólico son bautizados solamente aquellos que se tornen creyentes según las palabras de nuestro Señor: »... el que creyere y fuere bautizado será salvo«. Esto sucede a traves de una inmersión completa en el agua de la persona que se va a bautizar, como fue practicado en los primeros siglos después del tiempo apostólico. El rociamiento o el derramar agua sobre la persona que se está bautizando no tiene ningún fundamento bíblico, y surgió en la época de la cristianización forzada – y así es practicado todavía hoy, ya que niños reciénnacidos son bautizados sin poder preguntarles si esto deséan, obligándoles a bautizarse sin que puedan tomar su propia decisión.

Pedro, el hombre de la primera hora, dijo bajo la inspiración del Espíritu Santo en el día de la fundación de la iglesia del nuevo testamento: »Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo« (Hch. 2, 38), porque dice, »... que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, ... « (Lc. 24, 47). Con el bautizo afirma el creyente que ha recibido perdón de sus pecados, y se deja bautizar en obediencia como confirmación de ello. Así predicaron los apóstoles, también Pablo y Filipos, cumpliendo exáctamente la orden misionera dada en Mateo 28, 19. Ellos no repitieron la tarea como una fórmula, sino que entendieron que se trataba del nombre del pacto del nuevo testamento, Jesús, en el cuál, el único Dios se reveló como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Éste es el único nombre en el cuál está la salvación de Dios. Porque así dice el Señor: »... bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo ... « Dios es Padre, pero eso no es un nombre. Hijo tampoco es un nombre, sino lo que es, y Espíritu Santo tampoco es un nombre en el cual se deba de ser bautizado, sino que son títulos. El único nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en el cuál se debe de ser bautizado es: Señor Jesucristo. Esta es la verdadera enseñanza y práctica de los apóstoles. Así fueron todos los creyentes bautizados en el nombre de Jesucristo en el cristianismo original, y esto continuó por un tiempo largo después del tiempo de los apóstoles como la historia de la iglesia lo afirma.

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